Le propuso entregarle 252 presos deportados por Estados Unidos y encarcelados en su país a cambio de la misma cantidad de presos políticos. La lista menciona a los cinco asilados en la embajada argentina.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, sorprendió este domingo al ofrecer un intercambio sin precedentes al régimen de Nicolás Maduro: repatriar a 252 venezolanos encarcelados en su país a cambio de la liberación de igual número de presos políticos detenidos en Venezuela. La propuesta, lanzada públicamente a través de la red social X (antes Twitter), busca exponer la situación de los derechos humanos en el país caribeño y aumentar la presión internacional sobre el gobierno de Maduro.

Bukele afirmó que entre los venezolanos bajo custodia en El Salvador se encuentran personas detenidas como parte de una operación conjunta con Estados Unidos contra organizaciones criminales transnacionales, como el Tren de Aragua. Todos fueron deportados desde EE.UU. en los últimos meses como parte de las políticas migratorias restrictivas impulsadas por el expresidente Donald Trump, con quien Bukele mantiene una estrecha afinidad ideológica.

El caso del gendarme argentino Nahuel Gallo y otros detenidos extranjeros

Uno de los puntos más sensibles de la propuesta de Bukele es la inclusión en la lista de canje de casi 50 personas de distintas nacionalidades, entre ellos el gendarme argentino Nahuel Gallo. Gallo, oriundo de Catamarca, fue detenido en Venezuela el pasado 8 de diciembre y desde entonces no se ha tenido información oficial sobre su situación procesal ni su estado de salud.

Este gesto busca también involucrar a la comunidad internacional, especialmente a países como Argentina, cuya embajada en Caracas actualmente acoge a cinco opositores venezolanos solicitando asilo diplomático. Bukele menciona explícitamente a cuatro de ellos en su comunicado: Magalli Meda, Claudia Macero, Pedro Urruchurtu y Omar González, aunque la cifra oficial asciende a cinco, incluyendo a Humberto Villalobos.

Presos políticos en Venezuela: nombres que cobran protagonismo

Bukele también citó a destacados opositores como parte de su propuesta humanitaria, entre ellos Rafael Tudares (yerno del candidato presidencial Edmundo González), el periodista Roland Carreño, y la abogada y defensora de derechos humanos Rocío San Miguel. La inclusión de estos nombres busca visibilizar casos emblemáticos de represión política en Venezuela y reforzar la narrativa de que el régimen de Maduro persigue a sus adversarios.

En contraste, el presidente salvadoreño aseguró que en su país no existen presos políticos, diferenciando así su modelo de gobierno del sistema chavista, que ha sido reiteradamente acusado por organismos internacionales de violaciones sistemáticas a los derechos humanos.

Repercusiones diplomáticas y la estrategia regional de Bukele

Bukele anticipó que su cancillería enviará la propuesta de manera formal a Venezuela, lo que podría abrir un nuevo capítulo en las relaciones diplomáticas latinoamericanas. La estrategia del mandatario salvadoreño no solo busca posicionarlo como un actor clave en temas de derechos humanos, sino también consolidar su influencia regional a través de acciones concretas que trasciendan el discurso.

Este movimiento también puede leerse como una jugada para reafirmar su alianza con sectores conservadores de Estados Unidos, al tiempo que redobla su perfil internacional como líder «mano dura» contra el crimen, pero con un discurso humanitario cuando conviene a sus intereses geopolíticos.

Una jugada audaz que pone a Venezuela bajo la lupa internacional

La propuesta de Bukele marca un hito diplomático en la región al poner sobre la mesa un canje de presos que combina intereses humanitarios con una fuerte carga política. Al ofrecer intercambiar a los 252 venezolanos deportados y encarcelados en su país por presos políticos retenidos por el régimen de Maduro, el presidente salvadoreño desafía al gobierno venezolano a responder ante la comunidad internacional.

Además de exponer las condiciones de los presos políticos, el planteo de Bukele también abre un espacio de negociación para casos sensibles como el del gendarme argentino Nahuel Gallo y otros detenidos extranjeros cuya situación permanece en la sombra.

El desenlace de esta propuesta podría redefinir el mapa diplomático regional y marcar un precedente para futuras acciones humanitarias con fuerte impacto geopolítico.