Cada 2 de abril se conmemora el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, una iniciativa impulsada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2007 con el objetivo de promover una mayor comprensión sobre el trastorno del espectro autista (TEA).

Desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo en 2007, la ONU ha trabajado para promover la plena realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas autistas, garantizando su participación igualitaria en la sociedad. Con el paso de los años, se han logrado avances significativos, impulsados en gran medida por los defensores del autismo, que han trabajado incansablemente para concienciar sobre las experiencias vividas por las personas autistas.

La resolución de la Asamblea General de 2007 (A/RES/62/139) puso de relieve la necesidad de sensibilizar a la opinión pública sobre el autismo. Más de 17 años después, el movimiento mundial ha trascendido la concienciación para promover activamente la aceptación, el aprecio y la inclusión, reconociendo la contribución de las personas autistas a sus comunidades y al mundo en general.

A través de diversas actividades y eventos enmarcadas dentro de la Semana Azul, esta fecha busca generar consciencia sobre la importancia de la inclusión y el acceso a derechos de las personas autistas.

¿Qué es el trastorno del espectro autista?

El trastorno del espectro autista es una condición del neurodesarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y la conducta. Se caracteriza por una gran diversidad de manifestaciones, lo que significa que cada persona dentro del espectro presenta experiencias y necesidades particulares.Â

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el TEA se detecta habitualmente en la infancia, aunque en algunos casos el diagnóstico puede llegar en la adultez. La condición no tiene cura, pero con el acompañamiento adecuado y la generación de entornos adaptados, las personas autistas pueden desarrollar su autonomía y alcanzar una mejor calidad de vida.

Para ello, es fundamental la conformación de una red de apoyo interdisciplinaria, que incluya a la familia, profesionales de la salud, educadores y la comunidad. La información y la comprensión son claves para garantizar la inclusión real y eliminar las barreras que limitan las oportunidades de quienes forman parte del espectro autista.