Restos encontrados en la puna catamarqueña podrían tener más de 45 mil años. “Si se confirma la datación, estaríamos ante una evidencia única para el continente”, señaló el arqueólogo Andrés Barale.
El reciente hallazgo en Antofagasta de la Sierra de restos arqueológicos, que datan de más de 45 mil años, volvió a poner a Catamarca en el centro de la arqueología continental. Según explicó el licenciado Andrés Barale, director de la Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA), se trata de una confirmación de estudios previos que venían realizándose desde hace varios años en una cueva de la zona.
“El dato lo teníamos hace un par de años, lo que hicieron la semana pasada fue una confirmación de hallazgos que ya se vienen registrando desde hace mucho tiempo”, señaló el director en comunicación con un medio local.
El licenciado explicó que la discusión sobre la antigüedad del poblamiento de América se mantiene desde hace décadas. “Existen en Sudamérica una serie de sitios arqueológicos con fechados muy antiguos, que para el modelo tradicional de Estados Unidos -denominado Clovis primero- no encajan y se consideran anómalos. Este modelo, popularizado en la década del 70, plantea que los primeros americanos llegaron hace unos 13 mil años”, precisó.
Sin embargo, Barale remarcó que en Sudamérica hay yacimientos de entre 12 y 25 mil años de antigüedad, como en Brasil, y que los descubrimientos de Antofagasta de la Sierra “apuntan a un cambio de paradigma respecto a la temporalidad del ingreso humano al continente”.
“Si en Antofagasta tenemos fechas cercanas a los 40 o 45 mil años, eso significa que las poblaciones humanas estuvieron aquí mucho antes, y que debieron ingresar al actual territorio catamarqueño probablemente por la cuenca del Pacífico”, explicó.
El especialista consideró que este avance “va a generar revuelo internacional” y requerirá de nuevos trabajos científicos para su confirmación. También advirtió sobre la necesidad de preservar el sitio arqueológico ante el interés público y turístico que despierta: “Que haya sobrevivido un sitio tan antiguo se debe a las condiciones especiales de altura y clima de la zona”.
El licenciado agregó que la presencia de comunidades humanas tan tempranas “abre la posibilidad de que existan otros puntos arqueológicos en la provincia con similares características”, aunque aclaró que en zonas con mayor vegetación y humedad “las probabilidades de conservación son mínimas”.
Fuente: Inforama