Después de un mayo récord, la actividad en la formación no convencional más importante del país pegó un fuerte volantazo. Aunque el empleo en el sector duplicó al mercado general en los últimos 10 años, los gremios ya prenden las alarmas.
La formación de Vaca Muerta, esa que durante la última década sostuvo la bandera del empleo formal en Argentina, registró en junio una caída del 24% en sus etapas de fractura. Un frenazo inesperado para una industria que venía de marcar récords históricos apenas un mes antes.
Según el informe elaborado por Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage, se realizaron 620 fracturas menos que en mayo: 1.968 contra 2.588, marcando una señal de alerta en el corazón productivo de Neuquén.
La pregunta llegó rápido desde todos los sectores: ¿Qué está pasando en la joya energética del país?
Del boom al freno: qué muestran los números
Aunque la caída fue considerable, el nivel de actividad aún se mantiene dentro de los valores necesarios para cumplir con los planes de inversión de las operadoras. Mayo, abril y febrero fueron meses con cifras altísimas, por lo que junio, si bien más bajo, todavía se posiciona como un mes con buen rendimiento.
YPF sigue liderando, con el 66% de las operaciones realizadas. Completó 1.300 fracturas en junio, muy por encima de Pan American Energy (170) y Pluspetrol (148). Otras compañías como Vista Energy, Pampa Energía, TotalEnergies y Tecpetrol siguen operando con menor volumen, pero sostienen su presencia.
En cuanto a los servicios, SLB desplazó a Halliburton del primer lugar con 791 punciones, seguido de cerca por Halliburton (577) y Calfrac (326). El 79% de toda la actividad está en manos de estas tres compañías.
¿Y el empleo? Una década de crecimiento que ahora entra en pausa
La inquietud por la caída no es menor si se considera que el sector de gas y petróleo casi duplicó el crecimiento del empleo formal de la economía en general entre 2014 y 2024. Según datos oficiales de la Secretaría de Trabajo, el empleo en el segmento upstream creció un 13,4%, frente al 4% del promedio general.
En números concretos, el sector alcanzó los 71.678 empleos formales hacia el cierre del primer semestre. Y si se mira a más largo plazo, desde 2004 a hoy, el empleo en la extracción de hidrocarburos se disparó un 118%, siendo uno de los motores más potentes del trabajo formal en el país.
El impacto también se multiplica en los proveedores, desde servicios tecnológicos hasta logística y transporte.
El mensaje del gobernador: más producción, no más empleo
Pero la advertencia llegó desde lo más alto. El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, lanzó un mensaje tan claro como incómodo: «Puede haber más producción, pero no necesariamente más empleo.»
En un acto con empresarios y gremios, Figueroa apuntó contra la lógica de la industria: automatización, eficiencia operativa y menor necesidad de personal para tareas repetitivas. Su comentario buscó bajar expectativas ante gremios como la UOCRA y el Sindicato del Petróleo y Gas Privado, que vienen reclamando por la falta de nuevos puestos y por la concentración de tareas en pocas empresas.
Algunos piensan que si se triplica la producción, se triplica el empleo. Pero no es así. Esta industria tiene una lógica propia”, sentenció el mandatario.
¿Es solo un bache o el inicio de un cambio de era?
Mientras las operadoras insisten en que la baja de junio no altera los planes de inversión, el mercado laboral mira con atención. Con un país atravesado por la recesión, Vaca Muerta sigue siendo un oasis de oportunidades, pero el freno de actividad —aunque parcial— puede marcar un cambio de tendencia.
La clave estará en cómo impacta este freno en los próximos meses, y si se trata solo de un ajuste técnico o del comienzo de un ciclo menos expansivo para el shale argentino.
En resumen:
- Junio registró una baja del 24% en fracturas en Vaca Muerta.
- YPF sigue liderando y SLB pasó al frente entre las compañías de servicios.
- El empleo en el sector creció más del doble que en el resto de la economía en 10 años.
- Pero el gobernador Figueroa ya advirtió: “Más producción no es más empleo”.
- Los gremios están en alerta y el sector enfrenta un punto de inflexión.