Tras cuatro meses de parálisis, más de 100 buques congeladores volverán a operar en busca de rescatar el cierre de la zafra langostinera.

El sector pesquero argentino logró destrabar un conflicto sindical que llevaba más de cuatro meses, y que mantenía paralizados a más de 100 buques congeladores dedicados a la pesca del langostino, el principal producto marino de exportación del país.

El acuerdo llega en un momento clave, las exportaciones de langostino representan más de USD 300 millones anuales, y la prolongación del conflicto ponía en riesgo no solo ese ingreso de divisas, sino también los puestos de trabajo y el cierre de la zafra 2025.

El conflicto se había originado por la falta de negociación entre las empresas y dos de los cuatro sindicatos del sector, lo que derivó en una situación de intransigencia que afectó a trabajadores y empresas por igual.

La presión final vino desde las bases de marineros, especialmente aquellos del litoral argentino, de donde provienen algunos de los trabajadores más experimentados. Exigían un acuerdo que les permitiera volver al mar para percibir los ítems de producción, que representan la mayor parte de sus ingresos, y no quedar limitados a los salarios básicos de convenio.

Con la reactivación de la flota, el sector espera aprovechar lo que queda de la temporada, recuperar parte de las pérdidas y mantener su rol estratégico en la economía argentina, en un contexto donde cada dólar de exportación cuenta.