El volcán más alto de Eurasia comenzó a expulsar lava y cenizas luego del terremoto que sacudió la península de Kamchatka. La región permanece bajo alerta mientras los científicos monitorean el fenómeno en tiempo real.
El volcán posee un cono regular con un cráter de unos 700 metros de diámetro y cuenta con cerca de 80 cráteres explosivos secundarios y conos de ceniza distribuidos en sus laderas, lo que agrava el riesgo ante un proceso eruptivo.
Las autoridades expresaron su preocupación por la situación de los residentes de Klyuchi, una aldea de aproximadamente 4.500 personas situada a solo 30 kilómetros del volcán, en el distrito de Ust-Kamchatski. La región permanece en estado de vigilancia permanente mientras continúa la actividad geológica.
Infobae