Con mayor oferta interna y precios contenidos, el consumo por habitante creció un 5,2% interanual en junio. Producción al alza, menos envíos al exterior y precios estables impulsan el mercado local.

En medio de un escenario económico más estabilizado y con una inflación desacelerándose, el consumo interno de carne vacuna vuelve a mostrar signos positivos. Según un informe reciente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), el consumo por habitante alcanzó en junio los 50,1 kilos anuales, lo que representa un incremento del 5,2% con respecto al mismo mes de 2024.

Este repunte responde a una combinación de factores: aumento de la producción, caída de las exportaciones —especialmente a China— y una mayor disponibilidad de carne en el mercado doméstico, con precios que, en muchos cortes, se ubicaron por debajo de la inflación general.

Producción y faena: más carne para el mercado local

Durante el primer semestre del 2025, la faena de ganado creció un 0,5% interanual, con 1,518 millones de toneladas res con hueso procesadas en 354 frigoríficos de todo el país. En junio, la producción fue de 260 mil toneladas, lo que implica un salto del 11,1% respecto al año anterior.

El peso promedio de faena también subió de 226 a 231 kilos por animal (+2,3%), un indicio de mayor eficiencia productiva. Las vaquillonas lideraron el crecimiento entre las hembras (+8,8%), mientras que en los machos la suba fue del 13,3%.

Exportaciones a la baja: China recorta demanda

Las exportaciones de carne vacuna sufrieron una caída del 21,1% interanual en el primer semestre, totalizando 360.700 toneladas. El golpe más fuerte provino de China, que redujo sus compras un 35,2%, llevando su participación del 71% al 59% del total exportado.

A pesar del retroceso en volumen, el precio promedio de exportación se incrementó un 35,7%, alcanzando los U$S5.862 por tonelada peso producto. Esto permitió una facturación total de U$S1.181,8 millones, un 5,6% más que en 2024.

Mientras tanto, mercados como Estados Unidos (+31,9%) e Israel (+9,7%) mostraron señales de recuperación en sus demandas.

Consumo interno: precios estables y oferta abundante

La mayor oferta en góndolas se reflejó en una contención de precios. Según el IPC del Gran Buenos Aires, en junio la inflación general fue del 2%, mientras que el rubro alimentos apenas subió un 0,7%. Los cortes vacunos promediaron un alza mensual del 1,2%.

Entre los principales cortes, el asado se mantuvo estable, mientras que la paleta aumentó un 2,4%, la carne picada un 1,9% y el cuadril un 1,2%. La nalga apenas subió 0,6%. El pollo entero, por el contrario, bajó 0,7%.

Perspectivas: el equilibrio, clave para el segundo semestre

Con exportaciones aún por debajo de niveles históricos y un mercado interno más activo, la industria cárnica argentina enfrenta el desafío de mantener el abastecimiento local sin perder competitividad externa.

Si bien los precios internacionales mejoran, la volatilidad de la demanda global, especialmente en China, sigue condicionando las proyecciones. En tanto, la solidez del consumo interno se consolida como uno de los motores del sector para la segunda mitad del año.