Con una pegatina distintiva, bares de la Capital ya indican que su personal está capacitado para comunicarse en lengua de señas.

En un hecho que marca un paso importante hacia una Catamarca más inclusiva, este miércoles se llevó a cabo la colocación de los primeros stickers identificatorios en bares donde mozos y mozas se capacitaron en lengua de señas. La iniciativa surgió desde el Consejo Municipal para Personas con Discapacidad y apunta a facilitar la atención a personas sordas en espacios gastronómicos.

“No hay nada más lindo que hacer sentir cómodos a quienes nos visitan”, expresó emocionada Soledad Espinosa, una de las mozas egresadas del curso, mientras colocaban el distintivo en la puerta del bar Dos Santos, uno de los primeros locales en sumarse a la propuesta.

El curso duró más de seis meses y, para recibir la acreditación, los participantes debieron rendir materias, aprobar un examen final y demostrar competencias básicas de comunicación en lengua de señas.

“Teníamos un grupo hermoso, estudiábamos en la plaza, nos ayudábamos entre todos. Había gente de todas las edades», relató Soledad en diálogo con El Esquiú Play.

Desde el Consejo Municipal para Personas con Discapacidad, Pedro, uno de sus referentes, explicó que la intención es replicar esta propuesta dos veces al año y extenderla a otras áreas como turismo y atención al público.

Inés Sepúlveda, otra de las impulsoras del curso, remarcó: “Es la primera vez que se dicta una formación de este tipo para el sector gastronómico. Ojalá podamos seguir avanzando, para que todas las personas tengan los mismos derechos y puedan comunicarse libremente”.

Los bares ya distinguidos con el sticker fueron Dos Santos, El Inmigrante y Lo de Lalo, aunque se espera que en los próximos meses más locales se sumen a la propuesta.