Tras una semana crítica en el Congreso, donde proyectos sensibles obtuvieron dictamen y quorum con apoyo de legisladores provinciales, el Gobierno de Javier Milei planea convocar a gobernadores después del 9 de julio para intentar recomponer puentes y frenar iniciativas que desafían su ajuste fiscal.
El Gobierno de Javier Milei atraviesa uno de los momentos de mayor tensión con el poder político del interior desde el inicio de su gestión. Legisladores de provincias que suelen acompañar al oficialismo dieron señales de autonomía al permitir el avance de proyectos que impactan de lleno en el plan fiscal, como la mejora de jubilaciones, el financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad.
Esta semana, el Senado dictaminó a favor de proyectos clave impulsados por gobernadores, como la redistribución automática de fondos a las provincias (ATN) y cambios en el impuesto a los combustibles. Además, Diputados sorprendió con quorum para tratar la emergencia pediátrica en el Hospital Garrahan, pese al intento oficialista de bloquear la sesión.
Gobernadores, entre el diálogo y la presión
Ante este escenario, fuentes oficiales confirmaron que la Jefatura de Gabinete planea convocar a los mandatarios provinciales para acercar posiciones, aunque el encuentro presencial en la Casa Rosada recién se concretaría después del 9 de julio.
La estrategia oficial es bajar el tono del conflicto. «No nos consta que haya sido decisión directa de los gobernadores dar quorum o firmar dictámenes. Son temas que a muchos legisladores les interesan defender en particular», admitieron en Balcarce 50, en un intento por relativizar el enfrentamiento.
No obstante, desde la Casa Rosada reconocen que «falta mucho» para llegar a vetos presidenciales, aunque saben que, de avanzar los proyectos en el Congreso, Milei podría quedar contra las cuerdas y necesitar los votos de las provincias para sostener esos vetos.
Reuniones fallidas y nuevas negociaciones
Hace dos semanas, el Gobierno había intentado recomponer el vínculo con un encuentro en la Casa Rosada al que asistieron los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca), Ignacio Torres (Chubut), Sergio Ziliotto (La Pampa), Claudio Vidal (Santa Cruz) y la vicegobernadora de Córdoba. Sin embargo, no hubo avances significativos.
Mientras tanto, los gobernadores vienen articulando posiciones comunes en reuniones en el Centro Federal de Inversiones (CFI), donde expresaron su malestar por la caída de fondos coparticipables, la baja en la recaudación y el reparto desigual del impuesto a los combustibles.
El riesgo de nuevas sesiones especiales
En el Gobierno preocupa especialmente el Senado, donde el oficialismo está más comprometido numéricamente que en Diputados y enfrenta una relación tensa con la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel.
Temen que la oposición logre impulsar nuevas sesiones especiales donde se puedan tratar no sólo los proyectos sobre ATN o combustibles, sino también otros temas sensibles para el Ejecutivo, como jubilaciones o financiamiento educativo.
Pese a todo, en Balcarce 50 aseguran que no están dispuestos a ceder en sus objetivos fiscales. «Ya nos vamos a volver a sentar», comentan, confiados en que aún hay margen para negociar. Sin embargo, cada día crecen las señales de que la pulseada entre Nación y las provincias se recrudece, mientras el calendario electoral suma presión a las decisiones políticas.