El Gobierno nacional superó su primer gran test electoral en varias provincias con una estrategia mixta entre alianzas y listas propias. El oficialismo celebró victorias clave en Chaco y Salta capital, mostró influencia en San Luis, pero no logró imponerse en Jujuy. Las elecciones abren un nuevo panorama para La Libertad Avanza de cara a los comicios nacionales de octubre.
El Gobierno de Javier Milei enfrentó su primer gran desafío electoral en un «súper domingo» de elecciones provinciales que puso a prueba diversas estrategias políticas en Chaco, Salta, San Luis y Jujuy. Con un enfoque mixto entre listas propias, acuerdos y apoyo indirecto, La Libertad Avanza (LLA) logró importantes avances legislativos que consolidan su crecimiento territorial, aunque también enfrentó límites en distritos donde no logró desplazar al oficialismo local.
Este escenario electoral representa una prueba clave para el oficialismo nacional, que busca fortalecer su presencia en las provincias con miras a las elecciones generales de octubre, donde se jugará la gobernabilidad en el Congreso.
En Chaco, La Libertad Avanza selló una alianza con el gobernador Leandro Zdero bajo el sello Chaco Puede + LLA. La fórmula funcionó: obtuvieron ocho de las 16 bancas legislativas en juego, mientras que las restantes se repartieron entre el sector de Jorge Capitanich (seis bancas) y el peronismo no kirchnerista, liderado por Atlanto Honcheruk (dos bancas).
La elección fue la más polarizada del domingo, enfrentando directamente al peronismo y al antiperonismo. El resultado, aunque más ajustado de lo esperado, fue celebrado por el oficialismo nacional como un paso importante hacia la consolidación política regional.
Salta: batacazo libertario en la capital, pero el interior sigue con Sáenz
En Salta, LLA compitió con sello propio, una estrategia defendida por Karina Milei, quien viene impulsando el «purismo» partidario. El resultado fue sorpresivo: el espacio oficialista obtuvo un senador y nueve diputados provinciales, de los cuales seis surgieron del distrito capital, superando al gobernador Gustavo Sáenz en ese territorio clave.
Sin embargo, Sáenz mantuvo el control del interior provincial con 20 de las 30 bancas en Diputados y 11 de las 12 en el Senado, lo que le asegura gobernabilidad. El massismo también mostró fuerza con Flavia Royón, mientras que el peronismo kirchnerista quedó fuera de toda representación.
San Luis: apoyo indirecto al triunfo de Claudio Poggi
En San Luis, La Libertad Avanza no presentó candidatos propios ni avaló oficialmente ninguna lista. Esta decisión benefició al gobernador Claudio Poggi, quien se impuso con una diferencia de más de 20 puntos frente a la lista encabezada por el exgobernador Alberto Rodríguez Saá.
La lista oficialista ganó en tres de los cinco distritos provinciales y arrasó en el Senado, quedándose con las cuatro bancas en juego. También logró retener las cinco intendencias que estaban en disputa, lo que consolida el liderazgo de Poggi en la provincia.
Jujuy: avance insuficiente frente al oficialismo provincial
La experiencia jujeña fue el punto débil de la jornada para el oficialismo nacional. A pesar de competir con lista propia y obtener un desempeño digno, La Libertad Avanza no logró superar al oficialismo provincial, que con el 55% de los votos escrutados pasada la medianoche, mantenía una ventaja de casi 15 puntos.
Este resultado plantea desafíos para Karina Milei, que utilizó este test electoral como laboratorio para ajustar la estrategia política en los próximos distritos.
Un ensayo político exitoso con desafíos pendientes
La jornada electoral dejó un saldo positivo para el Gobierno nacional. La Libertad Avanza consiguió representación legislativa en provincias clave y validó su capacidad para construir poder tanto mediante alianzas estratégicas como con listas puramente libertarias. El liderazgo de Karina Milei se afianza como pieza central del armado nacional y la apuesta por grandes centros urbanos podría rendir frutos en las próximas contiendas.
No obstante, los resultados en Jujuy y la persistencia de altos niveles de abstención (cercanos al 50%) muestran que el desafío del oficialismo está lejos de ser sencillo. El panorama se perfila competitivo, y las decisiones que tome el Gobierno de cara a las elecciones en Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires serán determinantes para su futuro legislativo.