El primer pontífice estadounidense y también de nacionalidad peruana, visitó su antigua residencia y compartió un emotivo momento con fieles en Roma.
El Papa León XIV, el primer pontífice estadounidense, protagonizó un momento cargado de cercanía y espontaneidad al visitar el Palacio del Santo Oficio, su antigua residencia como cardenal, a pocos metros del Vaticano. El encuentro, que tuvo lugar el pasado jueves por la noche tras la bendición Urbi et Orbi, reunió a empleados del Vaticano y vecinos del histórico edificio.
Durante la visita, el Papa, cuyo nombre secular es Robert Francis Prevost, de 69 años, saludó al personal, se tomó selfies y firmó la Biblia de una niña que se acercó con devoción para pedir su bendición y un autógrafo.
«Aún tengo que perfeccionar la firma», bromeó el Papa mientras estampaba por primera vez su nombre papal, León XIV, en el libro sagrado. El video del momento, registrado por algunos presentes, se viralizó rápidamente en redes sociales, resaltando la calidez y sencillez del nuevo pontífice.
El gesto refleja el estilo pastoral de León XIV, quien a pocas semanas de su elección ya se ha ganado la simpatía de los fieles por su cercanía y humildad, marcando un contraste con el protocolo habitual del Vaticano.