El Gobierno reasignó partidas y reforzó los fondos de la Secretaría de Inteligencia, bajo control político de Santiago Caputo. El monto reservado podrá ser utilizado sin rendición de cuentas.

El presidente Javier Milei autorizó una nueva ampliación presupuestaria a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), por un total de $25.250 millones, de los cuales $8.000 millones serán destinados a gastos reservados, es decir, de uso discrecional y sin obligación de rendición pública.

La medida fue oficializada este lunes a través de la Decisión Administrativa 10/2025, publicada en el Boletín Oficial. La disposición forma parte de una serie de reasignaciones de partidas del Presupuesto 2023, prorrogado por el Poder Ejecutivo ante la falta de aprobación de uno nuevo.

Si bien formalmente el organismo de inteligencia es conducido por Sergio Neifert, su control político recae en Santiago Caputo, principal asesor y figura clave del círculo íntimo presidencial.

Fondos sin control parlamentario

«El presidente no está dispuesto a discutir el presupuesto con el Congreso. Las ampliaciones se aprueban directamente desde el Ejecutivo», cuestionó el exdiputado nacional Alejandro «Topo» Rodríguez, quien además advirtió que «los gastos reservados no requieren rendición de cuentas y se utilizan libremente».

Esta no es la primera ampliación que recibe la SIDE en lo que va del año. A fines de febrero, el Gobierno ya había girado otros $7.300 millones, incluyendo $1.650 millones en concepto de gastos reservados.

Antecedente polémico

En 2024, Santiago Caputo había impulsado un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) mediante el cual se autorizaban $100.000 millones en gastos reservados para la SIDE. Sin embargo, en un hecho sin precedentes, el Congreso rechazó ese DNU, lo que obligó —al menos formalmente— a devolver los fondos.

Pese a ese revés legislativo, la nueva reasignación confirma el interés del Ejecutivo en seguir reforzando el financiamiento del área de inteligencia, sin intervención parlamentaria y con un alto grado de discrecionalidad en el uso de los recursos.