El descubrimiento de Gliese 12 b, un exoplaneta con potencial de habitabilidad, enciende el debate científico y despierta esperanzas de encontrar vida fuera de la Tierra.
Un equipo internacional de científicos, con respaldo de la Real Sociedad Astronómica, acaba de anunciar un hallazgo que podría cambiar para siempre nuestra comprensión del universo: el descubrimiento de un planeta similar a la Tierra a tan solo 40 años luz de distancia. Bautizado como Gliese 12 b, este nuevo exoplaneta podría reunir las condiciones necesarias para la existencia de agua líquida y, eventualmente, vida humana.
Aunque no se trata del primer exoplaneta con similitudes terrestres, la cercanía, el tamaño y la temperatura de Gliese 12 b lo convierten en uno de los candidatos más prometedores jamás detectados.
¿Qué hace tan especial a Gliese 12 b?
Ubicado en la constelación de Piscis, Gliese 12 b orbita una estrella enana roja más pequeña y fría que nuestro Sol. Su ciclo orbital es de tan solo 12,8 días, y su temperatura estimada ronda los 42°C, un valor relativamente moderado en comparación con otros exoplanetas.
La NASA destaca que, al carecer de atmósfera densa, su temperatura no se eleva en exceso, lo que, combinado con la posición de su estrella, lo ubica en una “zona habitable”: una franja espacial donde las condiciones podrían permitir la existencia de agua líquida en la superficie.
El rol de la ciencia y la tecnología en este hallazgo
Este descubrimiento fue posible gracias al satélite TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la NASA, diseñado para detectar exoplanetas mediante el “método de tránsito”, es decir, observando cómo disminuye el brillo de una estrella cuando un planeta pasa frente a ella desde nuestra perspectiva.
La colaboración internacional fue clave: universidades de Japón, Australia y Reino Unido participaron en el análisis, que ahora se encuentra en el centro de atención de la comunidad científica global.
¿Estamos ante un futuro hogar para la humanidad?
Aunque todavía falta mucho por descubrir, Gliese 12 b se presenta como uno de los destinos más prometedores para futuras misiones espaciales. Su cercanía permitiría estudiar su atmósfera (si la tiene), su composición química y su evolución, para determinar si realmente podría albergar vida.
Este avance marca un punto de inflexión: cada nuevo planeta potencialmente habitable nos acerca a entender mejor nuestro lugar en el universo, y eventualmente, a expandir nuestras fronteras más allá del sistema solar.
Un pequeño planeta, un gran salto para la humanidad
Gliese 12 b no solo representa una curiosidad astronómica: abre las puertas a una nueva etapa en la búsqueda de mundos habitables. Con él, los científicos esperan identificar patrones que permitan encontrar otros exoplanetas similares, lo que podría cambiar el rumbo de la exploración espacial en los próximos años.