Marcos Quesada, vicedirector del Instituto Regional de Estudios Socioculturales del IRES, Conicet-UNCA dio detalles sobre la importante investigación de la que participan arqueólogos catamarqueños sobre tumbas faraónicas en Egipto.

El 9 de diciembre concluyó la etapa de trabajo de campo del equipo interdisciplinario formado por investigadores de la UNC, Unsam, UNCA y del IRES (Conicet-UNCA) en la Tumba Tebana 93 (Lúxor, Egipto) financiada por Wenner Gren Foundation. Durante esta campaña, los investigadores realizaron un exhaustivo registro y documentación que abarcó aspectos arquitectónicos y sociales.

En ese sentido, Quesada en diálogo con El Esquiú Play, expresó: “Se trata de un equipo internacional, es una investigación conjunta con el ministerio de antigüedades de Egipto y el equipo argentino está integrado por docentes de la universidad e investigadores del IRES y también está integrado por investigadores de otros institutos del Conicet”.

“Lo que estamos haciendo en Egipto es llevar adelante un proyecto que busca poder hacer una historia completa de una tumba de un noble, de un funcionario importante del reinado de Amenofis II que vivió alrededor del 1500 AC”, indicó.

Al ser consultado por el interés del estudio, Quesada señalo: “Primero porque se trata de una tumba destacada por el tamaño, la calidad de la construcción y también la calidad de las pinturas que decoran estas tumbas. Las tumbas faraónicas, y más de este periodo, aparecen sumamente decoradas con pinturas típicas”.

“Resulta que la historia de esta tumba no se acaba al momento del entierro, por el contrario, ahí se inicia una historia que luego es continuada cuando esta tumba es reutilizada como tumba de otras personas y después también como casas, como depósitos de comunidades cristianas, del cristianismo bien antiguo”, detalló.

Además, añadió: “Tiene una historia larga hasta la actualidad, que está siendo objeto de un proceso de patrimonialización y puesta en valor por parte del gobierno egipcio”.

“Entonces, la idea nuestra es no quedarnos solamente con el periodo faraónico que es lo que más se conoce, sino hacer una investigación completa de esta tumba. Entonces, saber que no sólo era importante para el difunto, sino justamente que este lugar era retomado después por muchas culturas y generaciones diferentes que van agregando su capa de historia a este lugar”, apuntó.

Por último, Quesada dijo: “La arqueología egipcia es fascinante por la antigüedad, porque hay mucha historia de investigación, son más de 200 años de investigaciones que se van agregando e importante también por la calidad artística de los monumentos, los templos, las tumbas”.

“Lo que nos alegra además de esta experiencia fantástica es que pudimos aplicar, para el caso de esta investigación, una metodología que habíamos ajustado, desarrollado para estudiar en otros proyectos el arte rupestre del este de Catamarca”, aseguró.