Marcelo Altamirano explicó que el préstamo de 20 mil millones de dólares genera dudas sobre la disponibilidad de dólares en la economía y extiende en el tiempo la deuda previa existente.
En una entrevista con La Mañana de El Esquiú, el programa emitido por Radio El Esquiú 95.3, el economista y docente investigador de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA), Marcelo Altamirano, se refirió al anuncio del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), presentado por el ministro de Economía, Luis Caputo.
Altamirano explicó que el préstamo de 20 mil millones de dólares implica, en su mayoría, una refinanciación de deuda existente. «Si el FMI te está entregando 20 mil millones de dólares, en realidad uno tiene que leer que te está prestando nuevos 6 mil, porque los otros 14 mil son los que va a utilizar el propio gobierno para pagarse a sí mismo».
En este sentido, sostuvo que el endeudamiento con el organismo no se reduce, sino que se prolonga: «Cuando esto termine, la Argentina le va a seguir debiendo al FMI, el capital total más algún poco de intereses, y más los 6 mil millones de ahora». Por otra parte, mencionó que esa no es la única deuda que hay que tener en cuenta, pues también está la que el país tendrá con los acreedores privados del Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento (CAF), ambas instituciones financieras.
Además, el economista abordó el impacto en la economía real y la incertidumbre sobre la política cambiaria. Hizo referencia a las declaraciones del Presidente Javier Milei sobre la cantidad de reservas disponibles y los pasivos del Banco Central. «De los otros convenios, de los otros préstamos multilaterales, tenés 10 mil más, según el ministro y el Presidente. Te sobran 3 mil millones de dólares para que funcione la economía, o algo así. Entonces, las cuentas son muy leves, muy finitas», señaló.
Altamirano también advirtió sobre los desafíos que enfrenta el país en el corto plazo, con un mercado que percibe que «no existe la cantidad de dólares suficiente hoy, en la medida en que la economía real no crezca». En este contexto, mencionó el impacto de la balanza turística y la necesidad de que los exportadores liquiden divisas para estabilizar la situación.