Catamarca celebra el Día Nacional del Vino Argentino, símbolo de identidad y orgullo provincial
Cada botella de vino catamarqueño encierra el trabajo y dedicación de las comunidades que hacen posible esta tradición centenaria.
Ayer, 24 de noviembre, el país alza sus copas para celebrar al Vino Argentino, declarado nuestra Bebida Nacional en 2010. Este reconocimiento no solo destaca su papel en la cultura y economía nacional, sino también su conexión con las tradiciones que definen nuestra identidad como argentinos.
En Catamarca, el vino ocupa un lugar especial. Con 1.327 viñedos ubicados entre los 1.200 y 1.750 metros sobre el nivel del mar, la provincia se posiciona como una de las regiones vitivinícolas más distintivas del país. Esta altura, sumada al clima árido, le confiere a los vinos catamarqueños un carácter inconfundible: aromas intensos, sabores frescos y colores vibrantes que conquistan paladares a nivel local e internacional.
Tres regiones clave para la producción
Catamarca se organiza en tres grandes ejes productivos que impulsan su industria vitivinícola:
- Tinogasta-Fiambalá
- Belén-Andalgalá
- Santa María
Estas zonas no solo fortalecen las economías regionales, sino que también exportan al mundo variedades emblemáticas como el malbec, torrontés y cabernet sauvignon. La combinación de tradición y modernidad asegura que los vinos catamarqueños cumplan con los estándares internacionales de calidad, llevando el sabor de la provincia más allá de las fronteras.
Una copa que representa el esfuerzo local
Cada botella de vino catamarqueño encierra el trabajo y dedicación de las comunidades que hacen posible esta tradición centenaria. En este Día Nacional del Vino, Catamarca brinda con orgullo por el esfuerzo de su gente, por su tierra y por un producto que conecta nuestra esencia con el resto del mundo.
¡Salud!