Influenza B: qué es y cuáles son los síntomas del virus detectado en la nena que murió tras un viaje de egresados

Una adolescente de 13 años, Juanita Milagros Sirimarco Díaz, falleció el sábado en Posadas, Misiones, luego de haber contraído Influenza B tras regresar de su viaje de egresados en Carlos Paz, Córdoba.

A pesar de recibir atención médica en el Hospital Pediátrico Fernando Barreyro, su cuadro se complicó y sufrió un shock séptico que resultó fatal.

Los médicos del hospital informaron que, además de Juanita, otros compañeros de su escuela también contrajeron el virus, aunque afortunadamente ellos lograron recuperarse sin complicaciones.

La Influenza B, parte de la familia de los orthomyxovirus, es un virus que causa la gripe y tiene características específicas que lo distinguen de otros tipos.

Especialistas destacan que “además del B, se identifican otros dos tipos antigénicos: el A y el C, que contienen glicoproteínas en su superficie, conocidas como hemaglutininas y neuraminidasas”. Estos componentes son claves en el comportamiento del virus.

En el año 2015, la provincia de Buenos Aires también vivió una alerta sanitaria relacionada con este virus, cuando un niño de 12 años murió en la localidad de Maipú.

Durante ese brote, la doctora Guillermina Kremer, especialista en Infectología del Hospital Universitario Austral, explicó: “Estas glicoproteínas son los factores de virulencia del virus y tienen la particularidad de cambiar periódicamente su carga antigénica, lo que explica en parte las variaciones que ocurren en el virus y que le dan una ‘identidad’ diferente cada año”.

Cuáles son los síntomas y los tratamientos de la Influenza

Los síntomas de la gripe varían según el tipo de virus. Mientras que la Influenza C solo causa catarro en las vías respiratorias superiores, las variantes A y B suelen tener un impacto más severo en la salud, presentándose con fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza y tos como síntomas principales.

Ambos tipos de influenza, A y B, pueden derivar en complicaciones graves que aumentan el riesgo de hospitalización. Estas complicaciones pueden incluir problemas respiratorios, cardiovasculares, neurológicos o la descompensación de enfermedades crónicas, especialmente en poblaciones vulnerables como niños y ancianos.

El virus se transmite principalmente entre personas por vía aérea, a través de secreciones respiratorias que se expulsan al hablar, toser o estornudar. También es posible el contagio mediante el contacto con superficies o artículos contaminados.

En cuanto al tratamiento, las medidas principales se centran en aliviar los síntomas mediante el uso de antifebriles, el descanso y una adecuada hidratación. La vacunación antigripal es clave para reducir el riesgo de complicaciones, especialmente en los grupos de mayor riesgo.