La cúpula fabril sigue alentando a «confiar» en el modelo económico. Sin embargo, las pymes y los sectores vinculados al consumo advierten que no aguantan «más rounds». Javier Milei fue a la UIA con las pymes en emergencia: el 20% pena para pagar sueldos y el 40% tiene deudas.

El presidente Javier Milei fue a la Unión Industrial Argentina (UIA) a decir que achicará el Estado para «agrandarle el bolsillo» al establishment argentino; pero tuvo un solo momento de aplauso: cuando ratificó que en diciembre eliminará el impuesto PAIS. Pese a la recesión, la cúpula fabril pide «confiar» en que los cambios macroeconómicos decantarán. Las pymes no lo ven.

En el Día de la Industria, Milei prometió «abrir la economía cuando estén dadas las condiciones estructurales para que las empresas competitivas sean las más competitivas posibles».

El titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, apuntó a la «cultura del convencimiento» de que ese momento va a llegar, pero también remarcó: «Queremos que la cancha esté equilibrada».

El ring de la interna de la UIA

«Hay que buscar las asimetrías profundas a los efectos a que compitamos internacionalmente en forma lógica, razonable. Tienen que sacarnos el pie de encima», aseguró el titular de la UIA en una charla con periodistas, en referencia a la carga impositiva.

Para las pymes y sectores vinculados al consumo interno, el impacto de la recesión fue más fuerte y las personas consultadas por Letra P coinciden en que no es «cuestión de tiempo», sino de tener «un plan de desarrollo productivo».

«Nos mandan al ring con la manos atadas, el tema es cuántos rounds durás», graficó el presidente de una alimenticia importante.

El industrial pyme planteó que hacia adentro de la UIA hay común acuerdo respecto a que la «corrección de la macro es buena», pero reconocen que, en medio de la caída de la actividad, los más preparados para aguantar son los sectores de mayor estructura.

La reuniones de la Junta Directiva que comandan Techint, Arcor, Ledesma, entre otros imperios, cada vez acumulan más tensión. Quienes están al frente de plantas de producción industrial más chicas siguen con muchas máquinas apagadas y ven la reactivación por sectores.

La dirigencia de la entidad aún da crédito al Gobierno. «La generación más joven es más colectivista», planteó, en contraste, un ceo vinculado a la economía real.

El impacto diferido del impuesto PAIS

Este lunes el ministro de Economía, Toto Caputo, oficializó la rebaja del impuesto PAIS para las importaciones. Una medida que el sector industrial esperaba hace tiempo, aunque el clima no fue de festejo.

Por un lado, Funes de Rioja planteó que hay «percepciones pagadas en exceso», en referencia al adelanto del gravamen del 95% que se paga al momento de pedir el acceso al dólar. Según fuentes industriales, hay firmas que tienen más de u$s10 millones.

Importaciones vs. reactivación

Otros empresarios plantearon que la rebaja hará que las importaciones «coman» parte de la reactivación económica. Como las compras al exterior se abarataron y el resto de los impuestos continúan firmes, quienes importen producto final tendrían una ventaja competitiva por sobre quienes producen.

«Si tenés costos que suben por encima del tipo de cambio, no corregís infraestructura, y no bajás impuestos, las importaciones van a crecer más rápido. Si la economía rebota mucho, va a demandar más importaciones», explicó una voz fabril.

En la UIA entienden que la actividad económica tocó piso en el segundo trimestre y que en el tercero habrá una recuperación leve, pero de forma heterogénea. «Es un piso muy bajo, lo positivo es que ya hay piso», plantearon en la entidad.

Una de las condiciones que negoció la UIA para dar apoyo a la ley Bases sabiendo que el RIGI desnivelaba las condiciones para la industria local fue la ley Pyme que Milei tiene entre manos, pero a la que todavía no le dio luz verde.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, es quien está al frente del tira y afloje con la entidad, que propone baja de aranceles y beneficios para la exportación para pequeñas y medianas empresas. Según Funes de Rioja, es de carácter «urgente».