El ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que los cambios en el Impuesto País desde el lunes generarán una baja de precios en septiembre y, en ese sentido, su equipo ya avanzó en el diálogo con supermercadistas y empresas de consumo masivo para asegurarse que así suceda.
No obstante, el sector es cauto en relación a las expectativas del Gobierno y admite que posiblemente la rebaja impositiva del 17,5% al 7,5% para bienes y fletes no se reflejará de forma inmediata en las góndolas, por lo que duda del impacto que podría tener en la desaceleración de la inflación. Asimismo, no espera una entrada masiva de productos importados.
Lo atribuye a una serie de factores. Por un lado, en la industria explican que dependerá de la decisión de los proveedores de trasladar la baja en sus costos a los precios de los insumos que comercializan. Al respecto, Caputo les pidió a las principales compañías reforzar la negociación.
“Hay que analizar la incidencia del insumo importado en el producto, como así también la estructura de costos diseñada. Además, hay que tener en cuenta la cotización del dólar que se tomó a la hora de proyectar las compras. El cálculo no es lineal”, argumentó una cadena.
Otra aseguró que por la caída de las ventas, “se resignaron márgenes y hay que ver cuánto más están dispuestos importadores y comerciantes a seguir bajando los precios”. “Hay artículos que ya están a un valor muy competitivo y lo cierto es que tampoco se elimina ahora el Impuesto País, como sí esperamos que ocurra en diciembre”, afirmó una tercera.
Desde que el Gobierno dispuso en marzo una rebaja de aranceles para la importación de productos de la canasta básica y extendió en julio estos beneficios, los súpers comenzaron a importar más alimentos y artículos de limpieza, con el ingreso de pan lactal y condimentos a la cabeza. También, en las últimas semanas, lo empezaron a hacer algunas multinacionales, trayendo, especialmente, productos de higiene para el hogar y café.
Pero lejos están hoy las góndolas argentinas de parecerse a las de otros países, donde abunda la variedad de mercadería proveniente del exterior. La entrada es a cuentagotas y las empresas no prevén cambios en ese sentido, en un contexto de consumo retraído. Por eso, “hay que encontrar la oportunidad, no sirve traer por traer”, destacaron.
“La baja de 10 puntos porcentuales no hará que se salga a importar a lo loco. El mayor impacto se verá en enlatados como atún, cócteles de frutas y jardinera o cápsulas de café por el impacto de la rebaja del Impuesto País en materiales como aluminio y acero, a los que el Gobierno les bajó el costo de importación también este jueves. Pero de eso hay poco importado todavía”, remarcaron.
En electrodomésticos y electrónica, algunas marcas de celulares evalúan bajar los precios la próxima semana, mientras que fabricantes de lavarropas, aires acondicionados y otros equipos para el hogar esperan que se implemente la medida para analizar su impacto antes de tomar una decisión.
En cuanto al impacto en la inflación, pese a que el Gobierno se entusiasma con una baja de los precios en septiembre, el sector cree que si bien ayudará a consolidar la tendencia, no tendrá demasiado impacto la medida en un mes en el que incidirá la suba de las tarifas, entre otros aumentos. Para las consultoras privadas, hay chance de que perfore el 4% en agosto y se ubique en el orden del 3% el próximo mes.
La semana pasada, la tercera semana de agosto, los alimentos y las bebidas registraron un incremento del 0,3%, una aceleración de 0,4 puntos porcentuales comparado a los siete días previos. En el mes, el rubro acumula una inflación de 1,5%, de acuerdo a la consultora LCG.
Clarín