La figura del presidente Javier Milei y la fragmentación de las Cámaras hacen que la construcción de mayorías parlamentarias sea sesión a sesión. La Libertad Avanza está a punto de expulsar de sus filas a una diputada.
En otro momento de tirantez en la relación entre el presidente Javier Milei y el Congreso, los bloques políticos crujen por sus propias internas. Sus posicionamientos cambian debate a debate y eso hace difícil proyectar a futuro el tratamiento de los diferentes proyectos de ley.
La muestra más clara de lo que sucede en el Congreso fue la postura del bloque PRO, donde la fuerte interna entre su presidente, Mauricio Macri, y la extitular de la fuerza y actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se hizo sentir en ambas cámaras.
La última semana, la postura de los legisladores del partido fundador de JxC oscilaron entre acompañar al Gobierno o votar junto al radicalismo y al kirchnerismo. En el caso de la ley de Movilidad Jubilatoria, el bloque del senador Luis Juez, con la excepción de la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, formó parte de esa mayoría abrumadora que sancionó la mejora del 8,1% a los jubilados y produjo el posterior veto y cuestionamiento presidencial.
Pero esa situación de balanceo con respecto a sus posturas políticas también se reflejó en la última sesión de la Cámara de Diputados, con el rechazo al DNU 656/2024 por el cual Javier Milei incrementó en 100 mil millones de pesos el presupuesto de la SIDE (la Secretaría de Inteligencia del Estado).
En el bloque del PRO 20 votos fueron afirmativos. María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Silvia Lospennato y Alejandro Finocchiaro, entre otros, rechazaron el decreto de necesidad y urgencia. Además, hubo abstenciones como las de Silvana Giudici y Fernando Iglesias, y 11 ausencias, entre las que se contaron a Cristian Ritondo y Hernán Lombardi.
Además de los diferentes votos, hubo un comunicado, con el guiño del expresidente Mauricio Macri, que se tituló “Esto no es el cambio” para cuestionar el DNU. “Este DNU de 100 mil millones de pesos para inteligencia, en un contexto en el que ‘no hay plata’, y sin aclarar el uso de los fondos, no es el cambio”, manifestó el bloque que encabeza Ritondo y que se debate entre los que quieren marcar una postura crítica con el presidente en algunos temas -como el larretista Álvaro González-, y los que se sienten casi oficialistas libertarios, enrolados con Patricia Bullrich.
El radicalismo, entre dos puntas
El bloque del cordobés Rodrigo de Loredo venía con sus diferencias internas marcadas por las posturas del partido con respecto al tratamiento de la ley Bases, en un principio, y se intensificaron con los posteriores debates parlamentarios. El sector crítico que responde al diputado Facundo Manes se muestra más alineado con el presidente nacional de la UCR, el senador porteño Martín Lousteau.
Allí se suman Pablo Juliano, Fernando Carbajal, Marcela Coli y Pedro Galimberti. Las últimas votaciones también golpearon de lleno en la conducción de De Loredo, que no encuentra una postura unificada por la acción directa de los gobernadores, principalmente Alfredo Cornejo de Mendoza y Gustavo Valdés de Corrientes.
En la sesión sobre el DNU por el aumento de fondos para la SIDE, la mayoría del bloque radical votó por el rechazo, entre ellos, Karina Banfi, Soledad Carrizo, Carla Carrizo y Julio Cobos. Pero la influencia de Cornejo en el denominado “grupo Malbec” de la bancada del centenario partido creó una postura diferente, por la que se inclinaron los diputados Lisandro Nieri y Pamela Verasay, Luis Picat, Roxana Reyes, Mariano Campero, Pablo Cervi y Martín Arjol.
La ascendencia del correntino Gustavo Valdés se vio reflejada en la postura de votar negativamente el rechazo del diputado Federico Tournier, legislador que llegó a la Cámara en remplazo a Alfredo Vallejos, flamante ministro de Seguridad provincial. Tournier es de una fuerza local, Encuentro Liberal, y se debate entre permanecer en la bancada radical o armar un monobloque legislativo.
Los libertarios en horas de definiciones
Los coletazos por la visita de los seis diputados libertarios a los represores en el Complejo Penitenciario de Ezeiza generaron fuertes cuestionamientos internos en La Libertad Avanza. La diputada por Mendoza, Lourdes Arrieta, es una de las que participó en la reunión con los genocidas e hizo una denuncia contra el diputado Beltrán Benedit, organizador da la salida, y contra el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
El pasado miércoles, hubo una tensa reunión de bloque que terminó con una denuncia de violencia de género por parte de Arrieta hacia el diputado Nicolás Mayoraz. Además, hubo una moción concreta para expulsar a la mendocina de la bancada oficialista por parte de Lorena Villaverde, avalada desde la Casa Rosada por la propia secretaria general de la presidencia, Karina Milei.
La resolución se tomará este martes, en la reunión de bloque que encabeza Gabriel Bornoroni, de la cual no participará Menem. “Somos el bloque con menos internas, pero el menos profesional, discutimos un tema a los gritos y con la puerta abierta”, le señaló un diputado libertario.
El oficialismo señala que Arrieta “cruzó los límites” y que ella fue consciente de la visita que se concretó en Ezeiza junto a Benedit, Guillermo Montenegro, Fernanda Araujo, Alida Ferreyra y Rocío Bonacci.
Arrieta se armaría un bloque propio y podría sumar a Bonacci, si no es contenida por la conducción libertaria. Ambas legisladoras argumentaron ser engañadas sobre los motivos de la visita a Ezeiza y se mostraron juntas en la reunión de la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento que analizó los actos de los seis legisladores.
Unión por la Patria, con luces amarillas
En Diputados, Germán Martínez sufrió una primera escisión, al comienzo de la era Milei, con tres diputados de Tucumán, enrolados con el gobernador Osvaldo Jaldo y crearon el bloque Independencia, que acompañan todas las votaciones libertarias. El rosarino quedó con una bancada de 99 diputados nacionales, y con el transcurrir de los meses y el debate por las leyes Bases y de Medidas Fiscales, se encendieron algunas luces amarillas.
En las votaciones en particular, los representantes de Catamarca sumaron mayorías para el Gobierno Nacional a pedido del gobernador Raúl Jalil. En el caso del capítulo de ganancias, Silvana Ginocchio, esposa de Jalil, se abstuvo. En el senado, Guillermo Andrada (Catamarca), Carolina Moisés (Jujuy) y Sandra Mendoza (Tucumán), votaron a favor de RIGI, Régimen de incentivo a las Inversiones.
Pero en la sesión de Diputados por el rechazo al DNU de la SIDE, hubo varias ausencias: Gabriela Pedrali de La Rioja, Natalia Zabala de San Luis, Liliana Paponet de Mendoza, los santiagueños del gobernador Gerardo Zamora, Nilda Moyano y Celia Campitelli, Gustavo Bordet de Entre Ríos, Walberto Allende de San Juan y Carlos Cisneros de Tucumán. Además, la indefinición interna por el nombre del candidato a ocupar una plaza en el directorio de la Auditoría General de la Nación (AGN), genera fuertes disputas internas entre los sectores de La Cámpora, del diputado Máximo Kirchner y el resto del bloque.
Encuentro Federal, más ordenado
La bancada que encabeza Miguel Pichetto y que cuenta con 16 diputados nacionales, no tiene demasiadas fricciones internas que pongan en riesgo al bloque. Las posturas de Emilio Monzó y Nicolás Massot, los representantes de los gobernadores como Rogelio Frigerio de Entre Ríos, Martín Llaryora de Córdoba e Ignacio Torres de Chubut y la articulación en su rol de secretario parlamentario del grupo de Óscar Agost Carreño, hacen que las posiciones políticas que adoptan se cumplan. Aceptando, además, posturas de rechazo, como la del diputado Ricardo López Murphy, por su expertise de economista, en la ley de movilidad jubilatoria.
La minicrisis del sector se establecen con el tratamiento de algunas iniciativas que hacen que participen los gobernadores, que llaman a sus diputados para que no bajen al recinto. Por ejemplo, en el rechazo al DNU de los fondos de la SIDE, los cordobeses Carlos Gutiérrez, Alejandra Torres e Ignacio García Aresca, que responden a Llaryora, estuvieron ausentes. “El gobierno les asegura a los mandatarios provinciales acompañarlos con la garantía y autorización de la Nación para los financiamientos internacionales de fondos para obras públicas que consigan los gobernadores”, argumentan desde el bloque de Pichetto.
Con ese panorama, el oficialismo intenta construir mayorías para sancionar las leyes, o impedir que el Congreso rechace el veto presidencial a la recientemente sancionada ley de Movilidad previsional.