Juicio por jurados en Tinogasta: Córdoba y Robledo fueron encontrados culpables del crimen de Luis Ramos

El juicio avanza con testimonios impactantes y evaluaciones psiquiátricas que podrían influir en el veredicto.

Ayer se llevó a cabo la segunda jornada del juicio por jurados en Tinogasta, en el que Matías Javier Córdoba y Luján de los Angeles Robledo están siendo juzgados por homicidio agravado y encubrimiento, respectivamente.

Luego de los alegatos de clausura el jurado pasó a deliberar. Tras un espacio de dos horas, resolvieron declarar culpable a los dos acusados. Córdoba por homicidio agravado y Robledo, por encubrimiento.

La audiencia de cesura se realizará el próximo martes 22 a las 9 de la mañana en la Oficina de Gestión de Audiencias.

La jornada estuvo marcada por la declaración de testigos y expertos que evaluaron a los imputados, quienes determinaron que ambos presentan «rasgos de personalidad tipo psicopática».

El día comenzó con el testimonio de tres vecinos de la localidad, seguido de la declaración de peritos del Cuerpo Interdisciplinario Forense (CIF)La Dra. Silvina Gallardo, quien evaluó a Robledo, destacó su «marcada tendencia a la indiferencia afectiva» y su «ausencia de conciencia moral», calificándola de peligrosa tanto para sí misma como para terceros.

Por otro lado, la Dra. Viviana Alonso, quien examinó a Córdoba, afirmó que este «sí pudo comprender la criminalidad de sus actos» y que su psicopatía no respondía a un cuadro clínico, sino a su forma de ser.

Durante la audiencia, se presentaron pruebas significativas, incluyendo imágenes de cámaras de seguridad y declaraciones de peritos que trabajaron en la escena del crimen.

Un perito de la policía, Escalante, describió el hallazgo del cuerpo de la víctima, que fue encontrado en un tanque de una bodega abandonada, en condiciones que sugerían un intento de ocultamiento. Detalló que partes del cuerpo estaban envueltas en bolsas y trapos, lo que indicaba maniobras de limpieza tras el crimen. También se encontraron marcas que evidenciaron una pelea en el baño de la vivienda, así como una cuchilla quebrada que dificultó el desmembramiento del cuerpo.

Un primo de Córdoba, quien fue testigo de la noche del crimen, mencionó que lo vio cargar combustible en una moto que nunca había visto antes, mientras que la dueña del local donde trabajaba la víctima describió su carácter responsable y la sorpresa por su ausencia. La investigación se intensificó cuando se revisaron las cámaras de seguridad, revelando la implicación de los dos imputados en el caso.