Firmó un declaración común con el gran imán musulmán Nasanddin Umar en la que expresaron su preocupación por la “deshumanización” causada por la generalización de los conflictos. Luego oficio misa ante un repleto estadio con 80 mil personas, que lo vivaron.

En su última jornada en Indonesia, el Papa firmó este jueves una declaración común con el gran imán musulmán Nasanddin Umar en el que ambos expresaron su preocupación por la “deshumanización” causada por la generalización de los conflictos y la “instrumentalización de la religión en esas situaciones de violencias”. Francisco partirá el viernes a Papua Nueva Guinea, en su gira mas larga de 13 días.

“Somos todos hermanos, todos peregrinos, todos caminando hacia Dios más allá de nuestras diferencias”, dijo Francisco durante su intervención en la mezquita Istiglat, la más grande del sudeste asiático.

Ambos líderes religiosos señalaron en la Declaración de Istiglal la urgencia de “tomar medidas decisivas para preservar la integridad del medio ambiente y los recursos naturales”.

Tras el encuentro inter religioso, el Papa acudió al gran estadio de Yakarta, en el cierre de su visita a Indonesia, donde se estimaba una participación de 80 mil personas dentro y otros tantos afuera. Se preveía la presencia sobre todo de los católicos, que son 8 millones en el país, pero también muchos musulmanes que suman 270 millones de creyentes en el país con más adeptos al Islam del mundo.

En buena forma física y sonriente

El Papa está en buena forma física, sonriente y estimulado por el contacto con miles de católicos y musulmanes que lo ovacionan e intentan dar un apretón de manos, desde el martes cuando llegó a Yakarta.

El gran imán Nasanddin Umar, dijo a la agencia France Presse que la declaración conjunta con Francisco es una expresión de “como musulmanes y católicos, y todas las religiones del mundo, pueden conversar juntos sobre como salvar el medio ambiente”.

Durante su discurso en la mezquita Istiglat, el pontífice argentino lamentó “la existencia de dramáticas crisis y guerras que amenazan el futuro de la humanidad” y que a veces “son alimentadas por instrumentalizaciones religiosas.

Francisco pidió a los líderes religiosos de las distintas confesiones presentes en Indonesia, que acudieron en la gran mezquita a “promover la armonía religiosa para el bien de la humanidad y la inspiración que estamos invitados a seguir”.

Estaban presentes los líderes católicos, protestantes, hindúes, budistas y del confusionismo, además de los musulmanes, en un ambiente común de gran cordialidad.

El Papa pidió a los representantes de las varias confesiones asumir la responsabilidad “ante las grandes y algunas veces dramáticas crisis que amenazan el futuro de la humanidad particularmente las guerras y confictos, por desgracia alimentados también porl as instrumentaciones religiosas”.

Jorge Bergoglio citó la guerra en Medio Oriente “que se ha convertido en un obstáculo para el crecimiento y la convivencia de los pueblos”.

Pidió a los líderes religiosos “contribuir a construir sociedades abiertas, cimentadas en el respeto recíproco y en el amor mutuo, capaces de aislar las rispideces, los fundamentalismos y los extremismos, que son siempre peligrosos y nunca justificables”.

El Papa dijo que los ritos y las prácticas de las religiones “son un patrimonio tradicional que hay que respetar”, pero añadió que “lo que fluye en la más íntimo de nuestra vida” es el deseo de plenitud, que permite descubrir “que todos somos hermanos, todos peregrinos, todos en camino hacia Dios, más allá de lo que nos diferencia”.

Francisco invitó a “trabajar juntos” para obtener “la defensa de la dignidad del hombe, en la lucha contra la pobreza, en la promoción de la paz”.

Este jueves, fue su jornada más importante de su visita a Indonesia que concluirá el viernes, cuando parta el Papa presidirá un encuentro interreligiosos en la gran mezquita Istiglal de Yakarta, con representantes de las seis religiones reconocidas oficialmente en el país: Islam, Budismo, Confucianismo, Hinduismo, Catolicismo y Protestantismo.