Un electrodoméstico que se encuentra en la mayoría de los hogares consume una gran cantidad de energía pese a estar apagado. Expertos recomiendan desenchufarlo para evitar que continúe gastando electricidad y que haya un incremento en la factura de la luz.
Este gasto extra de electricidad, se conoce con diversas denominaciones tales como «consumo en espera», «consumo vampiro» o «consumo fantasma». Varía según el electrodoméstico y se trata del uso de energía de estos aparatos cuando están apagados o en espera pero conectados a la electricidad. En el marco de importantes aumentos en la tarifa de electricidad, con un incremento solo en agosto del 4%, expertos recomiendan conocer cuáles electrodomésticos son los que más consumen aún estando apagados, revisar cuando dejamos encendido y enchufado un aparato electrónico sin necesidad debido a que el consumo puede ser muy superior.
El uso que hacemos de los electrodomésticos es un factor determinante a la hora de identificar cuáles gastan más electricidad. «Para reducir la corriente vampiro, una opción son los tomacorrientes múltiples que pueden apagarse, y los que tienen sensores de presencia que inhabilitan los dispositivos innecesarios, obstruyendo el paso de energía», señalan desde el EPRE de Entre Ríos. Además, añaden que «para saber el consumo que registran los electrodomésticos es conveniente conocer su clasificación (de la A a la G), lo cual indica que son más o menos eficientes».
El electrodoméstico que más gasta en el hogar
El televisor es el electrodoméstico que más electricidad gasta en el hogar junto con las consolas, aunque se encuentren apagados o en espera. «Su consumo (263 kWh anuales según la OCU) puede superar el 12% del total de los aparatos domésticos según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE)», explica el sitio de Repsol.
Principalmente, los Smart TV, continúan utilizando energía para mantener algunas funciones activas. Estas varían desde la constante conexión a Internet hasta las actualizaciones de software y aplicaciones, razón por la que pese a estar apagados siguen consumiendo luz.
«Si a esto añades alguna que otra sesión con la videoconsola, tendrás una de las parejas de electrodomésticos que más gastan. El consumo de esta última puede variar en función del modelo, aunque las prestaciones que ofrecen en la actualidad han multiplicado el gasto con respecto a sus predecesoras. Si tomamos como referencia una sesión semanal de cinco horas con las videoconsolas más modernas, estaríamos aumentando el consumo energético en 57,2 kWh al año, situando el tándem audiovisual por delante de otros aparatos, respondiendo así a cuál es el electrodoméstico que más consume energía», argumentan sobre el primer puesto del podio de los electrodomésticos que más electricidad consumen.