Los muertos por influenza en lo que va del año ascienden a 136 y casi triplican los de 2023, según informó el último Boletín Epidemiológico Nacional. Los expertos apuntan a la baja vacunación entre las principales causas.
En los siete primeros meses del año, el virus de la gripe causó en Argentina casi el triple de muertes que en el mismo período de 2023. Según informó el Boletín Epidemiológico Nacional del Ministerio de Salud, las víctimas fatales suman 136, frente a 52 decesos en el mismo lapso del año pasado.
Incluso, comparado con el año pasado, el panorama es más preocupante, ya que la cifra de muertos hasta la semana epidemiológica 29 (20 de julio) informada en el último boletín supera a los 105 muertos con diagnóstico de influenza registrados durante todo el año 2023.
Asimismo, las cifras oficiales indican que la mayoría de los casos de gripe diagnosticados este año corresponden al virus de la influenza A, y dentro de ésta, “237 muestras cuentan con subtipificación, detectándose predominantemente influenza A (H3N2) y algunos casos de Influenza A (H1N1)”.
A qué se debe el aumento de muertes por gripe
Según precisó la médica infectóloga María Cecilia Niccodemi (MN 105624), integrante del Centro Médico Doctor Stamboulian y Sanatorio La Trinidad San Isidro, “este año se vio mayor tasa de internaciones, enfermedad severa y muerte por virus de la gripe, principalmente la cepa H3N2, que si bien está incluida en la vacuna de este año, la enfermedad que causa es un poco más severa”.
De todos modos, destacó que “a pesar de estar recomendada en el Calendario Nacional de Vacunación las tasas de vacunación siguen siendo bajas”.
En la misma línea, para el médico infectólogo y miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Francisco Nacinovich (MN 75.823), “el mayor número de muertes por gripe este año se debe al predominio de cepa H3N2 y la baja cobertura de vacunación”.
“Lo que no detalla el Boletín Epidemiológico es el grupo etario afectado, que en general son los extremos de la vida, esto es, los niños menores de cinco años y los adultos mayores de 60. La mayor parte de fallecidos debe ser de esos grupos y sobre todo con comorbilidades”, agregó el jefe del servicio de Infectología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).
Cuántos virus de gripe existen
El virus de la influenza es responsable de las epidemias anuales que causan entre 3 a 5 millones de casos graves y de 290.000 a 650.000 muertes cada año en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El mismo organismo definió que existen cuatro tipos de virus gripales: A, B, C y D. Los dos primeros son los responsables de las epidemias estacionales de influenza que se viven año a año en todo el planeta.
Asimismo, los virus de tipo A se clasifican a su vez en subtipos de acuerdo con las combinaciones de las proteínas en su superficie. Actualmente circulan entre los seres humanos los subtipos A (H1N1) y A (H3N2). Cabe destacar que todas las pandemias de gripe conocidas fueron ocasionadas por virus de influenza tipo A.
Sobre la temporada actual en Argentina, Nacinovich señaló que “está circulando sobre todo la cepa A y dentro de ésta la proporción que se conoce del H3N2″, al tiempo que agregó que “se sabe que la variante H3 del virus de la influenza siempre provoca mayor impacto en términos de morbilidad y mortalidad”.
Quiénes deben vacunarse contra la gripe
Para el experto de la SADI, “la baja cobertura vacunal es un tema que preocupa, ya que incrementa la posibilidad de más enfermos y más muertos”. Y en ese sentido remarcó que “es importante que las personas de riesgo estén inmunizadas y más aún en esta época de frío, que se tiende a estar más en lugares cerrados y poco ventilados, lo que también favorece la diseminación viral”.
Por eso, en la mirada de Niccodemi “es clave reforzar en la población y los médicos de atención primaria la importancia de vacunar contra la gripe a todos los pacientes mayores de 65 años y los menores de 65 años que tengan alguna comorbilidad”.
Y amplió: “Esto es, pacientes que tomen alguna medicación o tengan alguna enfermedad que altere sus defensas, pacientes con enfermedades cardíacas, pacientes con enfermedad renal o hepática y pacientes con enfermedades respiratorias preexistentes, así como también el personal de salud y las mujeres embarazadas”.
Sobre esto, Nacinovich agregó que “no solamente hay que vacunar a los grupos de riesgo sino también existe un concepto que a veces se olvida, que es el de vacunar a los contactos estrechos de esos grupos de riesgo, a los convivientes de personas con factores de riesgo, para cortar la transmisión viral y cuidar a los que más posibilidades tienen de enfermar gravemente y morir”.