Buenos Aires, en primer lugar y San Juan, con menos inasistencias, según el Observatorio de Argentinos por la Educación.
El ausentismo estudiantil es el principal problema para el proceso de enseñanza – aprendizaje, según los directores de escuelas secundarias. Hay grandes disparidades por provincias, pero no por nivel socioeconómico de los alumnos. En el cuadro de comparación figura la provincia de Catamarca como una de las provincias con menor cantidad de inasistencias.
Los datos surgen del informe “Ausentismo estudiantil en secundaria: percepción y dimensiones”, del Observatorio de Argentinos por la Educación. Dado que Argentina no cuenta con estadísticas públicas sobre ausentismo estudiantil, el documento utiliza los datos del cuestionario de Aprender 2022, en el que los estudiantes del último año de secundaria reportaron sus inasistencias.
Las provincias con mayor proporción de estudiantes que declaran más de 20 inasistencias a esa altura del año son Buenos Aires (36%), Tierra del Fuego (31%), CABA (28%) y La Pampa (27%). En el otro extremo, San Juan (9%), Santiago del Estero (12%), Jujuy (13%), Salta (13%) y Catamarca (14%) tienen menores proporciones de estudiantes que faltaron al menos 20 días.
El informe explica que el ausentismo estudiantil tiene efectos negativos inmediatos sobre el desempeño académico, el riesgo de repetición y abandono, el desarrollo social y emocional de los niños y las probabilidades de finalización de la educación secundaria, además de otros efectos a largo plazo.
El ausentismo afecta a los estudiantes de todos los sectores sociales: no hay diferencias significativas en la cantidad de faltas que tienen los alumnos de distintos niveles socioeconómicos. En cambio, sí se observan diferencias en los motivos.
Para los estudiantes del quintil más bajo (los de menores recursos), los principales motivos para ausentarse son problemas de salud propios (54%), problemas de acceso a la escuela por el clima o el transporte (30%) y la falta de ganas de ir a la escuela (24%). En el quintil más alto, las razones que predominan son problemas de salud propios (67%), falta de ganas de ir a la escuela (48%) y llegadas tarde a clases (24%). En todos los sectores hay una proporción elevada de estudiantes que aluden “otros motivos”, una cuestión en la que el informe sugiere profundizar.
“Menos días de clases implican necesariamente menos aprendizajes, menos socialización y más desvinculación. Si la repitencia es la antesala del abandono, el ausentismo estudiantil es en sí mismo una forma solapada y silenciosa de abandono escolar, es un ‘abandono en cuotas’ que impacta de lleno en la calidad de los aprendizajes. Resulta fundamental contar con datos precisos para poder dimensionar la magnitud del problema y así pensar en estrategias para abordarlo”, afirma Bruno Videla, coautor del informe. Y agrega: “El dato acerca de que no existen diferencias en cuanto a nivel socioeconómico nos dice mucho. La falta de ganas de ir a la escuela interpela también a las familias, que muchas veces entienden que lo que pasa en la escuela no es más importante que otras tantas actividades, o bien que ir a la escuela puede ser una decisión sometida a la voluntad de los chicos”.