Es por el último vencimiento de capital del programa de facilidades extendidas, aunque todavía restan compromisos por intereses. La semana que viene, Caputo viajará a Brasil y se encontrará con las autoridades del organismo.

Después de haber puesto en marcha la nueva estrategia de política monetaria, el Gobierno debe afrontar este martes un nuevo vencimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por más de US$600 millones.

En concreto, el Ejecutivo tendrá que cancelar US$640 millones. Se trata del último vencimiento de capital del programa de facilidades extendidas (EFF) vigente, aunque restarán pagos de intereses por varios años.

El ministro de Economía, Luis Caputo, había confirmado la semana pasada el inicio de la etapa de negociaciones con el Fondo para lograr un nuevo acuerdo y adelantó que la gestión de Javier Milei podría alcanzarlo “antes de fin de año”. “Estamos empezando a hablar de un nuevo acuerdo y septiembre parece poco porque, en general, los acuerdos llevan un poco más, pero sí, seguro para este año”, aseguró en ese momento el titular del Palacio de Hacienda.

De todas formas, Caputo aseguró que aún no llegaron a tratar cifras posibles y que va a depender de la estructura del programa, pero deslizó que “podría significar fondos frescos”.

La próxima semana podría ser clave en el camino hacia un nuevo acuerdo, ya que Caputo viajará a Brasil para participar de la reunión de ministros en el G20, que se desarrollará el 24 y 15 de este mes, y se encontrará con las autoridades del organismo multilateral de crédito.

Por otro lado, este compromiso que deberá cancelar el Gobierno se dan en medio de la implementación del mecanismo para intervenir sobre los dólares financieros. En el Banco Central explicaron que este mecanismo se trata de una recompra de pesos, que responde a la tercera canilla de emisión, después de la reducción del déficit fiscal y la migración de los pasivos remunerados al Tesoro. Esta maniobra de intervención se hará tanto en el MEP como en el CCL y se tomará la primera licitación de mayo para tener referencia de la acumulación de dólares desde ese momento.

Con esta nueva estrategia, la brecha cambiaria se reducirá en el corto plazo, pero a costa de una acumulación de dólares más lenta por parte del BCRA. La decisión llega en un contexto de preocupación sobre las arcas del organismo, que en junio terminó con saldo negativo y en lo que va de julio apenas compró US$227 millones.

El pago de estos vencimientos suman presión a las arcas del Banco Central. Pese a que la semana pasada compró US$127 millones en el mercado de cambios, las reservas cayeron por el pago de US$2100 millones a los bonistas privados por el segundo cupón de bonos reestructurados en 2020.

Además, el Ministerio de Economía informó el domingo a la noche que el Tesoro comprará dólares del Banco Central para afrontar los intereses de deuda de los bonos que vencen en enero del 2025. Se trata de US$1528 millones que girarán al exterior con parte de los pesos correspondientes al superávit del primer semestre. Con lo cual, se abren interrogantes sobre cómo impactará en las reservas de la autoridad financiera.